Tiempo de recuerdos… y de restauración
A pesar de la belleza, ordenada y cuidada con amor, del cementerio en un soleado día otoñal, y de la perfecta reconstrucción hecha ladrillo a ladrillo de la Ypres de antes de la guerra, la atmósfera estaba cargada de una desoladora pesadumbre. Parecía algo más que un recuerdo colectivo… era algo más profundo. La propia naturaleza parece reaccionar ante los horrores del derramamiento de sangre y de la guerra. Esto no debería sorprender a los cristianos bíblicos.