Reforestar el mundo
Cómo la tenaz persistencia de un agricultor y su decidida fe en Dios han conseguido devolver la selva a más de 6 millones de hectáreas en África Occidental y cuenta […]
Cómo la tenaz persistencia de un agricultor y su decidida fe en Dios han conseguido devolver la selva a más de 6 millones de hectáreas en África Occidental y cuenta […]
¿Cómo sería vivir en estrecha relación con la tierra? Ronia y yo estamos en la estación de lavado de verduras de una granja en Austria. A nuestro lado se apilan […]
La fiel costumbre de Miranda de escribir cartas formaba parte de su don para hacer participar a los demás de su vida. También lo era la mesa familiar de los Harris. Al principio del ministerio de la pareja, es bien sabido que Miranda gastó sus primeras ganancias en una gran mesa de comedor.
Iba a ser una buena semana. Pero no lo fue. Empezábamos a disfrutar de nuestro nuevo hogar y también recibíamos la visita de nuestro hijo menor y de su familia. Entonces, a mediodía del jueves, bajo el cálido sol de Provenza, recibimos la espantosa noticia de que un terrible accidente de automóvil en Sudáfrica se había llevado las vidas de nuestros antiguos amigos de A Rocha Chris y Susanna Naylor, y con ellos la de Miranda Harris, y había dejado al marido de ésta, Peter, recuperándose en un hospital.
Me despertó un destello intenso y un estallido ensordecedor, a pesar de los tapones de los oídos y el antifaz. ¿Era una bomba? No, era el tifón Mangkhut (denominado Ompong en la región), la mayor tormenta registrada en todo el mundo desde que comenzó este año.
Este verano, tras 10 años como fideicomisario internacional, me he retirado de la junta de A Rocha. ¿Cómo llegó el hijo de un pescador japonés inmigrado a participar en el cuidado de la creación?
Nuestra familia ha vivido en el extranjero durante los últimos 21 años, y volvimos a Florida justo una semana antes de la llegada del huracán Irma. Según como se mire, era un mal momento. No obstante, fue bueno pasar por esta experiencia viviéndola en familia.
Algunos dirían que la transformación y el impacto de Debbie no tienen nada que ver con «salvar el planeta», pero en A Rocha opinamos que sin duda lo son.
«¿Qué, cómo va la comuna?» pregunta el hombre. Le respondo, «Va estupendamente, pero no es ninguna comuna. Es una comunidad». Él se echa a reír. «A mí no me engañáis. Un montón de gente, huertos orgánicos, espacios comunes, sauna… Sois una comuna». «¡No somos ninguna comuna!», deseo protestar. Y entonces me pregunto ¿Por qué me pongo a la defensiva?
Tengo un nieto pequeño y resuelto. Es capaz de incluir un asombroso número de vocales en la palabra NO. Tanto en los niños de dos años como en los adultos, las fuertes diferencias de opinión pueden tener que pasar por varias etapas antes de que se alcance cierto grado de cooperación; por ejemplo, escucharse mutuamente con atención, comunicar claramente los puntos de vista, quizá el compromiso apropiado, y alcanzar la paz – que en su caso significa un acurrucado abrazo.