Un pescador y A Rocha
Este verano, tras 10 años como fideicomisario internacional, me he retirado de la junta de A Rocha. ¿Cómo llegó el hijo de un pescador japonés inmigrado a participar en el cuidado de la creación?
Este verano, tras 10 años como fideicomisario internacional, me he retirado de la junta de A Rocha. ¿Cómo llegó el hijo de un pescador japonés inmigrado a participar en el cuidado de la creación?
Algunos dirían que la transformación y el impacto de Debbie no tienen nada que ver con «salvar el planeta», pero en A Rocha opinamos que sin duda lo son.
«¿Qué, cómo va la comuna?» pregunta el hombre. Le respondo, «Va estupendamente, pero no es ninguna comuna. Es una comunidad». Él se echa a reír. «A mí no me engañáis. Un montón de gente, huertos orgánicos, espacios comunes, sauna… Sois una comuna». «¡No somos ninguna comuna!», deseo protestar. Y entonces me pregunto ¿Por qué me pongo a la defensiva?
El tema en nuestra iglesia de un tiempo acá ha sido “la buena semilla”, y nuestro pastor ha hablado de la buena semilla del Reino de Dios – semillas de amor, justicia y gracia que se siembran en aparente oscuridad y al azar, pero que crecen como las hierbas invasoras, grandes, fuertes y vibrantes. Esta ha sido nuestra historia en este particular rincón del mundo, Canadá.