¿Mi conejo irá al cielo?
Parece una pregunta sencilla, infantil incluso, pero en realidad lleva a todo tipo de campos minados del ámbito teológico, cultural y ecológico. ¿La nueva creación de Dios incluirá a otros animales? Y si es así, ¿mi conejo / gato / perro / serpiente estarán incluidos? ¿Lo sabré personalmente? ¿Podremos comunicarnos con ellos? ¿Habrá espacio suficiente? Y, de todos modos, ¿deberíamos tener mascotas?