Amemos a nuestros vecinos: y nuestros barrios
Un miembro de nuestra comunidad ampliada de A Rocha Canadá falleció este mes de enero. Se llamaba Debbie, y era amiga de los huertos comunitarios dirigidos por A Rocha en Winnipeg.
Debbie pasó mucho tiempo de pie en la calle cercana a la Iglesia Anglicana de St. Margaret, hablando con los transeúntes y vendiendo ejemplares de Street Sheet («la hoja de la calle»), el periódico local publicado por la población marginada de Winnipeg. La mayoría de las personas pensaban que Debbie era una indigente, pero no lo era. Sufría problemas de salud mental, pero era trabajadora y persistente y, con la ayuda de familiares y prestaciones de desempleo, se las arreglaba para pagar un piso estable.
En 2010, A Rocha inició un proyecto de huertos comunitarios en colaboración con St. Margaret, y Debbie se hizo amiga de los becarios de A Rocha.
Trabajaba como voluntaria en el huerto y asistía a talleres de cocina.
Los becarios supieron que el apartamento de Debbie necesitaba una mano de pintura y pasaron dos días enteros ayudándola a limpiar y a volver a pintar.
Debbie comenzó a asistir a la iglesia de St. Margaret, y todas las semanas llevaba al pastor una tableta de chocolate para animarle en la preparación del sermón.
Debbie acabó convirtiéndose en una de las contribuyentes más fieles de St. Margaret y a menudo vaciaba en la bandeja de las ofrendas todo el dinero suelto que acababa de ganar vendiendo periódicos a los feligreses a la puerta de la iglesia.
Había encontrado un nuevo lugar al que pertenecer.
Y entonces falleció.
Los hermanos de Debbie, que estaban con ella cuando murió, dicen que ella había cambiado mucho en los últimos años. Atribuyen su transformación al poder de ser amada por una comunidad y de experimentar la paz de Cristo por primera vez en su problemática vida.
Lo bonito es que Debbie no era la única que se vio enriquecida por su presencia en los huertos comunitarios. Su amistad, ofrecida desde una situación de vulnerabilidad, enriqueció y transformó también la vida de los becarios de A Rocha, así como la de muchas otras personas a su alrededor.
Algunos dirían que la transformación y el impacto de Debbie no tienen nada que ver con «salvar el planeta», pero en A Rocha opinamos que sin duda lo son.
El cuidado de la Creación y el cuidado de las personas marginadas son cosas que van de la mano. Al fin y al cabo, las personas más vulnerables del mundo, incluso en los entornos urbanos de Canadá, generalmente son las que se ven más afectadas por la degradación medioambiental.
La verdadera labor de salvar el planeta será pequeña, humilde y aleccionadora, y (en la medida en que implique amor) agradable y gratificante.
– Wendell Berry
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
– Jesucristo, Marcos 12:31
Traducción: Victoria Bañales / Marisa Raich
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